Vallée Blanche - Col du Tacul

14 de abril, con Kiko.

8:00 h. Sábado, 15 de abril. El autobús deja atrás poco a poco Chamonix bajo la lluvia camino de Ginebra. Me envuelve la nostalgia. Estoy contento también. El día de ayer fue de esos que se recuerdan con los años. Un broche final a una semana en la que he disfrutado un montón. Las dudas iniciales se disiparon pronto. En cuanto conocí a Kiko supe que nos íbamos a entender y que íbamos a disfrutar juntos. En la montaña mucho más importante que el "qué" es el "cómo" y el "con quién".

El viernes era el día D. Después de un inicio de semana prometedor, la inestabilidad atmosférica se había adueñado del macizo y amenazaba con no permitir más actividades en altura en mi corta estancia chamoniarda. Había, sin embargo, una esperanza. Los modelos pronosticaban un jueves frío y con nieve y una tregua el viernes antes de un nuevo frente el sábado. Es lo que tiene la primavera.

Después de disfrutar de una buena sesión en el roco de Les Houches el día anterior, el viernes nos citamos a primera hora en la base del teleférico de la Aiguille du Midi. La primera sorpresa, desagradable, fue que la puesta en marcha del mismo se retrasaba hasta las 9:15 h por limpieza de nieve en la estación superior. El día había amanecido radiante y valoramos cambiar de objetivo y pasar la jornada en Grands Montets. Daba rabia tener que esperar con semejante diazo. Sin embargo, decidimos hacerlo amenizados por el ambientillo de esquiadores-alpinistas que se genera en el lugar. El tiempo pasa rápido y conseguimos entrar en la segunda cabina del día. La estrategia de Kiko hace el resto y en pocos minutos nos vemos adelantando gente en la arista. No tenemos tiempo que perder.

Nuestras intenciones son disfrutar del descenso de la Vallée Blanche e intentar subir a la Breche Puiseux para descender por el glaciar Leschaux. El reloj corre y Kiko trabaja a la tarde en Chamonix así que tenemos que hacer bien las cosas. Los primeros giros confirman lo esperado. Aun más, lo mejoran. Hay más de medio metro de nieve polvo fría recién caída. Maravilloso.

Somos de los primeros del día así que la experiencia es brutal. Hay un montón de nieve nueva y no se ven huellas de ascenso hacia ningún lado así que nos hacemos la idea de conformarnos con el descenso y acercarnos por la tarde a La Fleguere para apurar la jornada. Sin embargo, vemos que un grupito ha empezado a abrir huella hacia el glaciar de Périades. Menudos titanes. Decidimos seguirles. Progresamos disfrutando del lugar hasta que en un momento dado vemos que la huella no se dirige a la
Breche Puiseux sino a un evidente corredor de nieve situado en la misma cresta pero más al norte. Ni nos planteamos abrir huella hacia la brecha. Es realmente fatigoso. Los que nos preceden están realmente fuertes, vamos siguiéndoles y no les hemos pillado. No sabemos si el corredor hacia el que nos dirigimos tendrá salida hacia el otro lado pero si no volveremos sobre nuestros pasos y disfrutaremos de un super descenso. Nos ponemos como límite las 14:00 h para bajar, ya sea hacia una vertiente o hacia la otra. Algo antes alcanzamos el Col e intercambio unas palabras con uno de nuestros predecesores. Es un guía español. Le agradezco la huella y me informa de que estamos en el Col du Tacul y de que el descenso hacia Leschaux es perfectamente viable. Nos despedimos y le vemos rapelar con los esquís puestos. Motivados, decidimos seguirles. En un par de rápeles nos quitamos lo más empinado y nos adentramos en la cuenca del glaciar de Capucin. La pendiente es pronunciada y destrepamos un buen trecho hasta la rimaya donde nos ponemos los esquís. Vamos muy justos de tiempo así que a partir de aquí el descenso será frenético. Unas palas mantenidas de nieve polvo nos depositan en el glaciar de Leschaux. Momentazo.

Alcanzo la estación superior de Montenvers rodeado de turistas orientales. Una vez acomodado en el último vagón le mando un mensaje a Kiko. Nos hemos separado en la última parte del descenso ya que el tiene más prisa. No necesitamos hablar mucho más. Ha sido un placer compañero.