Los Geodésicos

2 de septiembre.

Cuando en julio de 1825 los oficiales geodésicos Peytier y Hossard alcanzaron la cumbre gránítica del Palas tras recorrer su arista NO entre la niebla, sufrieron una gran decepción. Durante unos segundos el viento barrió la espesa niebla y pudieron ver enfrente suyo la mole pétrea que andaban buscando. Su proyecto inicial de encontrar una ruta factible al Balaitus desde el lago de Artouste había fracasado. En cambio, trazaron una preciosa arista, que desde entonces lleva su nombre, a una preciosa montaña, el Palas.

El Palas es una montaña preciosa la mires de donde la mires. Una esbelta pirámide de granito truncada y chata en su cúspide. Desde cualquier lugar que la veamos emerge solitaria en medio de un universo mineral y lacustre excepcional (Arremoulit, Artouste, Batcrabére, Arriel...) Cimentada por cuatro aristas principales, la NO o de los Geodésicos es la manera más segura de ascender a su cima. La chimenea Ledormeur, vía normal desde la vertiente Sur, no es más complicada técnicamente pero si puede resultar peligrosa por caída de piedras en caso de tener gente por delante.

Para alcanzar la arista de los Geodésicos lo normal es partir del Caillou de Soques, alcanzar el refugio de Arremoulit y desde allí rodear la cara Norte de la montaña hasta la brecha de los Geodésicos (hitos). Una vez allí la arista es bastante evidente, al principio más ancha y luego se va estrechando. En el momento en que más se estrecha existe un paso obligado por la cara Oeste que evita las dificultades del filo. El itinerario se sigue bien ya que está perfectamente balizado con hitos. El tramo final antes de la cima es un auténtico regalo, un tramo horizontal y aéreo sobre losas de granito. La roca es excepcional en toda la arista.