12 de febrero con Sergio.
Para los que nos apasiona la montaña invernal, el esquí-alpinismo es la manera más gratificante de acercarnos a la montaña. Subir por un sitio con alguna dificultad técnica para luego finalizar la jornada deslizándonos sobre las tablas es El Dorado invernal... En la cara SE del Aspe se esconde un corredorcito que junto con el descenso por la clásica S colmará nuestras aspiraciones del día...
La aproximación por el valle de Rigüelo ya merece la pena. Subimos foqueando el cono de entrada y luego con pinchos hasta la base del primer resalte. Montamos reunión a la derecha.
-L1: Travesía hacia la izquierda para volver al eje del corredor. El resalte es disfrutón, está cubierto de hielo y nieve traccionable y tiene unos dos metritos tiesos. Después una campa de nieve en donde apuro los 60 metros de cuerda hasta la base de otro resalte.
-L2: En esta ocasión la nieve no ha transformado y Sergio se tiene que emplear a fondo ya que el resalte está cubierto de nieve inconsistente. Una vez superado, un corto tramos de nieve sin transformar dificulta la llegada al collado en donde desemboca la Norte clásica. Unos metros de arista hasta la cima y reunión en el vértice geodésico.
La bajada por la clásica Sur una gozada como siempre.
Disfrutamos un montón de una actividad modesta pero muy estética, un auténtico capricho.
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