3 de enero con Sergio.
Hace ya más de un mes nos encontrábamos en un inicio de temporada extraordinariamente seco que retrasaba el ansiado comienzo de la temporada de esquí. En cambio las condiciones para alpinismo en altura eran muy buenas. Tras leer varias piadas en internet, estaba claro, la Oeste del Taillon era la pared de moda. De entre sus tres magníficos itinerarios nos decantamos por la Goulotte Quintana, una vía preciosa que se encontraba perfecta: hielo en la parte inferior más tiesa, nieve transformada en las campas intermedias y tan solo un paso de mixto en la zona superior. La meteo continuaba estable por unos cuantos días más...
Salimos a las 4:00 A.M. de Bujaruelo Sergio y yo y Paco y Víctor. Toda la aproximación sin nieve hasta cerca del collado de Bujaruelo, en donde calzamos pinchos y para arriba. Huella hasta el inicio de las vías y en el descenso. Muy cómodo.
L1: Montamos la R0 en un muro de roca a la derecha de un murito de hielo vertical. Salió Sergio y apuró 60 metros de cuerda saltándose la R0 que marcaba nuestro croquis. Después del murito la cosa tumbaba un poco y luego dos resaltes más (con algún paso a 70-75º) hasta nuestra R1.
L2: Sale Sergio de nuevo. Otros 60 metrazos con dos resaltes, el segundo me pareció algo más tieso.
L3: Campa de nieve de 45-50º, me salto una reunión a mi izda. con clavo y spit y apuro la cuerda hasta la base de un resalte.
L4: Super disfrutón, resaltes de 65-70º hasta una reu con dos clavos.
L5: Salida sencilla en busca de un murito de roca (M4). Es un paso y hay un buen clavo que lo asegura. Reunión un poco más arriba.
L6: Último largo de nieve, 40-45º, y salida a la cresta cimera sin cornisa en esta ocasión.
En la cima, a pesar de que el día es espléndido, hace mucho frío y hace ya rato que dejamos de ver a Paco y a Víctor. Nos asomamos a la salida de la vía y les vemos bastante abajo todavía. Mientras conversamos con una pareja que vienen del corredor central, esperamos a que nuestros compañeros hayan superado ya la parte más comprometida y les hacemos señas de que nos vamos para abajo ya que el frío es intenso.
Una gozada de día en la que todo salió bien, la vía estaba en condiciones perfectas y nosotros funcionamos bien como cordada, un gustazo. Sergio se encargó con soltura de los largos de hielo.
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