16 de enero, con Gorri.
Lakartxela (o Kartxela) es la montaña más "alpina" de Navarra. Es escarpada por ambas vertientes, esta surcada por espolones y canales en su cara este y sus tres cimas principales, Keleta, Ezkieta y Kartxela, están unidas por una aérea arista. Para esquiar es un terreno complejo ya que el macizo está muy expuesto al viento y su escasa altura (rondando los 2.000 m.) hace que sus condiciones sean muy cambiantes.
Nuestro plan es ascender por el corredor central (también llamado Tubo de Lakartxela o Corredor Sacro), proseguir por la arista hasta la cima principal y descender la magnífica pala oeste hasta la cabaña de Lutoa, en la cabecera del valle de Mintxate.
Aparcamos en Juan Pito, el viento es intenso. Las nubes entran veloces por Arrakogoiti y las condiciones parecen poco propicias para nuestro objetivo. Sin embargo sabemos que la previsión es que el viento vaya amainando y el cielo quede completamente azul. Así fue. Las condiciones de la nieve son complejas en el inicio. Zonas heladas venteadas con parches de polvo prensado en ocasiones formando placas. Vamos trazando con tiento hasta el cono inicial y empezamos la canal. Por suerte la nieve esta perfecta en todo su recorrido. La canal es muy estética, además la noche anterior ha nevado con viento y las paredes están tapizadas al mas puro estilo patagónico. La inclinación, moderada, 40-45º, un poco más en el último tramo. Desde el colladito la arista hacia Lakartxela presenta un primer resaltito de mixto coronado con merengues de nieve reciente. Expuesto. Una opción es flanquear por la izquierda pero está muy cargado y no nos gusta. Decidimos avanzar un poco en dirección contraria, hacia Lakeleta y acabamos destrepando hacia el oeste un tramito antes de ponernos los esquís y disfrutar de unos giros brutales en nieve polvo. Enseguida cogemos una huella que seguimos hasta la misma cima de Lakartxela. ¡Magnífico! El día es espectacular y estamos eufóricos así que esquiamos desde la cima hacia el oeste hasta un poco antes de la cabaña de Lutoa. Esta pala me pareció de lo mejor del esquí pirenaico occidental. Desde aquí bordeamos el macizo por el sur hasta el collado de Lapatia y descendemos hasta la furgo tirando de intuición por el magnífico bosque de Arrako. Llegamos con una sonrisa en el rostro, ha sido un gran día. El broche final lo pone un magnífico bocata en Juan Pito con Laura y David, ellos también han esquiado por la zona y disfrutamos de compartir lo vivido.
Un día para recordar.
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