10 de julio con Sergio.
Un frente inesperado que dejará unos diez centímetros de nieve en altura durante la noche nos obliga a un último cambio de planes. La arista este de las Petites Jorasses tendrá que esperar. Probaremos suerte en el entorno del refugio Dalmazzi confiando en que la roca no esté muy mojada.
Para acceder al refu hay que recorrer Val Ferret hasta el final, una zona llamada Arp-Nouva. El acceso en transporte privado no está permitido esos días así que recurrimos a los autobuses que cubren el trayecto. Entre una cosa y otra empezamos a andar a las 14:30 y en algo menos de dos horas estamos en el refu. Primero por una morrena y luego ferratita para salvar el zócalo final.
Dalmazzi, a 2.590 m, está en la base de las Agujas Rojas de Triolet. Un lugar super chulo. El refu guardado está cerrado así que nos instalamos en la parte de invierno, un cuarto bastante sombrío y frío. Hay sitio como para unas 20 personas, hacinadas eso sí. Está todo forrado de madera así que resultaría acogedor sino fuera porque está algo sucio.
El lugar está lleno de vías de escalada, la mayoría equipadas, tanto por encima como por debajo del refu. Nada más llegar nos metemos en "El Catalan+Cris-Tal", ocho largos tumbados en granito excepcional. Hay largos buenos y otros de transición pero nos deja buen sabor de boca. Hay aire entre seguros, el aire es frío y amenaza lluvia así que el ambiente es de alta montaña. En menos de 3 horas estamos de nuevo abajo después de rapelar la vía. Justo a tiempo. Ha empezado a lloviznar.
Compartimos espacio con cuatro italianos que hicieron mas ruido mientras dormían que durante la cena y una simpática pareja que han escalado nuestra vía de mañana y nos dan alguna indicación. Nos metemos nuestras calzone entre pecho y espalda y a dormir. Sergio no se la acaba y yo desecho los bordes que por fortuna guardo en una bolsa de plástico a modo de basura. Al día siguiente nos vendrán bien. Pero eso es otra historia.
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