Espíritu del bosque

 29 de agosto con Sebas.

"Delirante pared de ininterrumpida verticalidad, asombrosa es la estética y rítmico el impulso con que se alza, su perfil se consolida como uno de los más sugestivos del Pirineo. Desde su solitario rincón, el corte producido en la pared es de realeza, cae como un velo de arrogancia, tan precioso se exhibe que parece un confesionario del cielo" Valle de Ansó, Guía de escalada en roca. Antonio García Picazo, 2006.

Después de semejante alegoría del Pilar de Ansó, uno no puede hacer otra cosa que intentar descubrirlo y a poder ser escalarlo. Lo cierto es que el Pilar está en un lugar especial. Al fondo de un vallecito perpendicular al principal que traza el río Veral cerca ya de Zuriza subiendo desde Ansó. Se aparca en el mismo lugar que para entrar a las vías del Tozal de Espelunga, hay un poste de madera con una línea roja pintada pero apenas se ve porque un cartelito la oculta. El hito característico al otro lado del río nos despeja las dudas.

Se remonta el barranco siguiendo hitos esporádicos hasta que este se cierra y los hitos nos dirigen hacia la izquierda hasta salir del bosque en busca del canchal que domina la base de las paredes. El Pilar se identifica fácil. Se trata de llegar a su base por el terreno más cómodo y avanzar hacia la derecha en busca de los parabolts del primer largo.

  • L1: Empieza por una placa tumbada y enseguida se endereza con unos pocos metros difíciles de escalada rara, con pinzas e invertidos. Enseguida la dificultad decrece hasta la reu. Roca regular.
  • L2: Largazo. Salgo hacia arriba por una especie de diedro fácil y luego travesía hacia la izquierda expuesta. Luego descubro que no había que haber subido tanto ya que me he saltado un parabolt. Un paso largo muy guapo permite situarse en un diedro que se escala por la placa de la izquierda, con un par de pasos finos.
  • L3: Pasos de bavaresa e invertidos concentrados hacia la mitad del largo. Rocaza.
  • L4-L5: Canal-chimenea guarra con vegetación y roca dudosa, sin llegar al final pero casi, salirse hacia la izquierda en busca de un parabolt y continuar por placa. Me salto la reu y continuo por placa con pasos muy chulos hasta una pedazo bavaresa con pies en adherencia. Física. La cuerda me tira bastante, no recomiendo juntar los largos.
  • L6: Placa finísima que rompe la homogeneidad de la vía. La escalamos en A0, con bastante esfuerzo, eso si. Al final se sale en libre por un diedro con vegetación que nos lleva a la R6-bis (a la izquierda).
  • L7: Buenísimo, el mejor de la vía para nosotros. Empieza vertical con canto y roca super, luego hacia la izquierda sin miedo hacia un paso de placa fino (aquí los parabolts alejan) y finalmente se endereza otra vez. A destacar unas incrustaciones en la roca tipo presas de roco. Ambientazo.
  • L8: Se trata de salir por arriba buscando lo más fácil. Roca regulera, expuesto. Monto la última reu en una fisura en un bloque sólido fuera ya de la pared.

Descenso andando hacia la derecha por la cresta hasta un brecha con un hito. Bajar unos pocos metros (expo) y a la derecha está el rápel. Apuramos con las cuerdas de 60 m y aun queda un destrepito fácil que nos deja en el canchal a 5 minutos del pie de vía.

La vía se encuentra muy equipada en todo lo que sobrepasa el V+. Muy buena roca excepto en el primer y en el último largo.

Mientras escalamos, el sonido de las piedras que de vez en cuando mueve un rebaño de sarrios en el canchal no hace sino incrementar la sensación de silencio y soledad del lugar. Maravilloso. Un viaje al pirineo salvaje.

Croquis que seguimos y buena info en arañita escaladora.
Sebas a por el L7, ambientazo.
Los chavalotes contentos (f.S.)


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