Soum de Ramond

 29 y 30 de diciembre, con Sergio y Gabi.

Ordesa no es de los destinos que primero se me vienen a la cabeza cuando pienso en esquí de montaña. Sin embargo, las condiciones en la montaña son caprichosas en este inicio de temporada y hay que agudizar el ingenio. Después de abundantes nevadas, jornadas seguidas de sol han transformado la nieve y las caras sur son la mejor opción. Para estos días la iso se dispara así que una buena opción puede ser caras sur en altura. Unos días antes Gorri me da la idea y a Sergio y a Gabi les cuadra.

Nos juntamos en Torla y disfrutamos de una buena pizza en Broto. Hacía tiempo que no nos veíamos y había ganas. Al día siguiente salimos temprano de La Pradera, una auténtica nevera en estos días de invierno. El sol no entra hasta el fondo del valle y la inversión térmica define el momento. Salimos foqueando desde el mismo parking y disfrutamos de la subida hasta Góriz. Gabi decide quedarse a esperarnos allí y Sergio y yo continuamos en dirección al Pico Marboré. Primero hasta la Ciudad de Piedra y luego hacia el oeste por la faja Roya. El flujo de norte mantiene las cimas de la divisoria cubiertas y la nieve dura sin transformar en cotas altas. A unos 3.000 metros nos damos la vuelta y emprendemos el descenso. Sergio guía con maestría hacia un tubo precioso que cae encima del refu. Hay alguna zona justa de nieve y obliga a descalzar pero la variante merece mucho la pena.

Disfrutamos de la tarde en el remodelado Góriz. Hacía muchos años que no estaba y siempre me da pereza por lo masificado del lugar. En invierno en cambio, el ambiente es diferente y estamos muy a gusto.

El día siguiente la meteo es mejor y optamos por una montaña que no hemos subido y que nos hace ilusión, el Soum de Ramond. Gabi, con problemas en los pies, decide esperarnos abajo. Salimos todavía de noche dirección este hacia el collado de Góriz sin apenas ganar altura. Allí disfrutamos del alpenglow y continuamos hacia la muralla que protege la Punta de las Olas. La nieve está dura y atravesamos algún flanqueo expuesto. Salvamos la primera barrera rocosa por la derecha con los esquís puestos y continuamos por la faja supendida hacia la izquierda en busca del paso clave. Se trata de un corto escalón que nos deposita en una cubeta espectacular entre la Punta de las Olas y el Soum de Ramond. Con más nieve el escalón debe llegar a cubrirse pero nosotros lo encontramos en mixto con algo de hielo. Los primeros metros son lo más delicado pero se sube bien. Eso sí, el lugar es muy expuesto. A los 4-5 metros hay un clavo con argolla que nos facilitará el descenso. Una vez en la cubeta superior, la remontamos hasta el collado y de ahí rodeamos el Soum por vertiente este y y noreste. Atención porque aquí la condiciones de la nieve cambian y el lugar puede ser propicio a avalanchas. En un momento dado antes del collado y por terreno evidente ganamos la arista somital y la cima. Precioso.

Una montaña solitaria y con personalidad. La disfrutamos muchísimo. En el descenso crema primaveral en la cubeta superior, rapelito en el resalte y para abajo intentando remar lo mínimo. Parada en el refu a recoger material y directos a La Pradera a reencontrarnos con Gabi.

Diazo de montaña y esquí en un entorno soberbio.

Torla
Gradas de Soaso
Por el valle, al fondo Monte Perdido y Soum de Ramond
En el tubo del primer día
Atardecer desde Góriz
Alpenglow
En la faja superior
El paso clave del día
La espectacular cubeta superior
Cambio de vertiente, al fondo Punta de las Olas
Soum de Ramond


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