Tebarrai

11 de febrero con Gorri.

El Tebarrai es una montaña preciosa, una pirámide perfecta. Para ser aun más atractiva, su acceso es complejo o al menos costoso desde todas sus vertientes. En esta ocasión, aprovechando que hay nieve desde el fondo del valle, nos acercamos a Sallent y ascendimos por la pista de Ibonciecho desde La Sarra. Unos centímetros de nieve fresca sobre la existente rehelada hicieron más agradable el foqueo hasta el collado de Puiarcol. Una vez allí te das cuenta de lo lejos que está todavía el monte. Y también de lo bonito que es. Subimos por la canal característica que estaba incómoda para foquear. Tras disfrutar de la cima decidimos descender por el barranco de Pondiellos directamente a Sallent para redondear la jornada.

La primera mitad del descenso transcurre por pendientes magníficas para el esquí. La nieve en cambio no acompañó del todo. No acabó de transformar. En algunas zonas había polvo prensado de los días anteriores pero en cuanto lo movías salía la nieve vieja y dura. Bajamos tendiendo a la derecha para no vernos atrapados en el barranco y llegamos al llano sin problemas. A partir de ahí fue otro cantar. Terreno de bosque sucio siempre sin camino por la margen izquierda orográfica del barranco hasta alcanzar los campos ya sin árboles que dominan Sallent de Gállego.

La segunda mitad del descenso nos castigó bastante así que los dos kilómetros por la GR de retorno a La Sarra fueron casi lo de menos. Llegamos al coche cansados pero felices después de una jornada preciosa de esquí y montaña.