Gutz + Diedro Veral

2 de julio de 2024, con Ainhoa.

Escalar en Ansó siempre es un placer. En esta ocasión hicimos esta combinación de vías que nos dejó un gran sabor de boca. Salvamos la jornada tras superar varios match balls. El primero de ellos en la aproximación en coche, cuando nos encontramos la carretera cortada a la altura de la Foz de Biniés. Hubiera sido un detalle que lo anunciaran en el cruce unos kilómetros antes.

Recalculamos y entramos por Puente la Reina y Hecho. Segundo match ball del día, Ainhoa ha olvidado el casco y el arnés. Por suerte es una tía con recursos y contacta con un colega de Ansó que nos proporciona el material con una sonrisa. Ahora solo falta escalar...

Aparcamos en el clásico parking de Las Hayas, cruzamos el río, remontamos el barranco unos minutos y enseguida hacia la derecha al pie de vía. Evidente. La Gutz en si misma no es un rutón pero a mi me gustó. Alterna largos buenos con tramos de transición más sucios. El L1+L2 es muy bueno y también el L6.

Desde el final de la vía remontar unos metros hasta dar con el sendero que une Ansó y Zuriza. Recorrerlo dirección Ansó unos minutos, más allá de la vertical con la Aguja del Italiano y en una zona más abierta de pedrera ascender con tendencia a la izquierda hasta colocarnos debajo de la aguja.

El primer largo empieza fácil por un zócalo y se va enderezando hasta ponerse vertical y con canto antes de la reu. El segundo largo es el famoso diedro. Magnífico y difícil. No sé que grado es pero 6a seguro que no. En el tercer largo continua el diedro unos metros muy buenos y luego se desvía hacia la izquierda por terreno más sucio hasta la cima de la aguja. Continuar unos metros y rapel de 50 m para retomar la pedrera.

Descenso por el barranco de la aproximación con continuos destrepes y un mini rapel.

Volvemos por Garde y nos enfrentamos al tercer match ball del día, se acaba de encender la reserva y la próxima gasolinera está en Lumbier... Remontamos hasta Urzainki y sorpresa agradable en la gasolinera. Un viejo conocido está al mando. Ainhoa toma una decisión unilateral que resulta ser acertadísima, echar una caña y una bolsa de patatas.

Volvemos a casa con una sonrisa de oreja a oreja.