25 de junio con Sergio.
Tras sufrir los rigores de la tormenta el día anterior en el Anayet, decidimos alejarnos del pirineo para el día siguiente. Aunque el día se preveía seco y soleado, había llovido bastante y a la roca le costaría unas horas quitarse de encima toda la humedad acumulada. Peña Rueba siempre es un buen destino y la vía elegida nos garantizaba escalar a la sombra la primera mitad del día.
La vía nos gustó, es una línea bonita y lógica. Los cuatro primeros largos son más verticales y a partir de ahí el recorrido es más tumbado y sencillo hasta coronar primero la Punta Blanca y posteriormente la cima de Peña Rueba. La roca es buena en toda la vía.
- El L1 es un muro compacto con un pasito por la mitad un poco más fino (V+).
- El L2 es un diedrito un poco guarro (IV) y una travesía a la izquierda hasta la base del diedro característico.
- El L3 es el mejor de la vía con diferencia. Diedro vertical con canto. El paso más duro está a la llegada a la reunión.
- El L4 tiene un pasito al principio (V+) y luego suaviza.
A partir de ahí el itinerario tumba bastante y es más sencillo, en torno al IV grado discontinuo. La roca en ningún momento es mala.
Descenso por la ferrata habitual. Disfrutamos de la escalada en un día caluroso que sin embargo solo sufrimos en el descenso.





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