Taillón, cara oeste. Corredor Central

 3 de enero con Sergio.

Nuestras espaldas está mojadas. También lo están el gore, los guantes, el casco, parte de la mochila... Estamos algo más arriba del collado de Bujaruelo y el frío es intenso. Hace poco ha dejado de llover y  nevar y en unos instantes se congela todo lo que tenemos mojado. Momento crítico. Nos ponemos una segunda capa para que absorba la humedad de la primera y continuamos abriendo huella hacia el glaciar de Gabietos. Pronto entramos en calor. Eso sí, mis guantes estarán fuera de juego toda la jornada.

Esta historia comienza unas horas antes. A las 4:00 h salimos de Bujaruelo animados tras haber pasado una buena noche. La meteo es favorable y el entorno es conocido. Nos encaminamos a uno de los santuarios alpinos de nuestros queridos Pirineos, la cara oeste del Taillón. Ascendemos a un ritmo pausado. Como bien me enseñó Unax, en actividades largas la mejor manera para llegar antes es ir "despacio".

Hace exactamente cuatro años estuvimos en la Goulotte Quintana y para esta ocasión hemos pulido algunos aspectos logísticos y de material en pos del ansiado "alpinismo rápido y ligero". La nieve está más baja de lo esperado y pronto nos envuelve una espesa niebla que nos va mojando poco a poco. Más arriba una fina lluvia hace acto de presencia y nos obliga a ponernos el gore y proteger en el interior de la mochila prendas térmicas clave para lo que nos resta de jornada.

Alcanzamos la cuenca del glaciar de Gabietos tras superar la característica rampa que da acceso. Se encuentra totalmente tapada por nieve fresca. Hace rato que vamos abriendo huella y en la oscuridad de la noche las habilidades de orientación de Sergio hacen acto de presencia una vez más. Estamos solos y la primera visión de la pared envuelta en una débil neblina es un auténtico momentazo. Estamos motivados, la meteo definitivamente ha mejorado.

Abrimos huella profunda en el cono de acceso y empezamos a escalar hasta encontrar una reu de abalakovs (R0). En 65 metros de rampa-goulotte llego a la R1 (clavos). Para entonces mi walkie ha "muerto" debido al frío. Llega Sergio y sin pensárselo mucho escala la característica cascada del L2. Sin duda la clave de la vía. Se trata de dos muros verticales de unos 10 metros separados por una zona un poco más amable que permite darse un respiro. Para mí lo más problemático fue el acceso al primer muro, un paso sobre roca tapizada de nieve sin transformar que dificultaba el trabajo de crampones y piolets. Sergio resuelve el largo con maestría e improvisa una reu desenterrando un bloque en las campas de salida. Continúo por pendientes fáciles de nieve hasta la base de la siguiente cascada. Preciosa, bastante más amable. Eso sí, el continuo spindrift nos recuerda que estamos en alta montaña. Una vez superada salgo en cabeza y progresamos en ensamble por terreno sencillo con algún mini resalte en mixto hasta la salida por una goulotita sencilla con ambiente "Torre Egger". El sol nos recibe en la cara sur de la montaña. Qué maravilla. Continuamos hasta la cima con una sonrisa de oreja a oreja.

El descenso por el collado de Gabietos es conocido y lo encontramos en buenas condiciones. Bastante cargado de nieve fresca, eso sí. Cruzamos el magnífico puente románico de Bujaruelo y llegamos al coche felices. Las croquetas y el bocata de chorizo a la brasa en Escuer ponen un brillante broche final a una gran jornada. Definitivamente el 3 de enero es para nosotros un día talismán.

Super croquis de Sergio

Empieza a nevar... (foto de Sergio)

Sergio bastante arriba en la aproximación, ya pasado el momento crítico

Nuestro momento "Jorasses"


Empezando la escalada (foto de Sergio)


Sergio en la primera parte del largazo


En el "descanso" intermedio


Spindrift en la cascada del L4


Terreno patagónico en la segunda mitad de la escalada (foto de Sergio)


¡Salida! (foto de Sergio)


Selfie in the summit


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