20 de septiembre con Sergio.
Rondaban los primeros años de este siglo cuando acudíamos entusiasmados a los mallos de Riglos a recorrer sus clásicas. Con más ilusión que nivel escalamos todas las "fáciles" menos una, la "Galletas". Recuerdo con melancolía un día de otoño gris en el que acudimos a escalarla y lo más emocionante que hicimos fue tomarnos un café en el bar mientras afuera diluviaba. En aquella época no mirábamos la meteo...
Los años fueron pasando y los antiguos compañero de lo vertical nos fuimos separando, cada uno buscando su propio camino...
Este otoño, con bastante menos pelo y alguna que otra cana, llego el momento de cerrar el círculo. Sergio también la tenía pendiente así que no había más que hablar.
Abierta en 1959 por Alberto Rabadá y Rafael Montaner la "Galletas" remonta la cara Sur del mallo Fire en dos partes muy diferentes, la primera mitad más vertical y aérea y la segunda una impresionante chimenea. Los largos 1 y 2 originales se enlazan bien y también el 3 y el 4.
L1: Se empieza por una placa (IV+) hasta la R1. Travesía a la izda (III) y unos metros al final al recto para alcanzar la R2.
L2: Salir al recto (V-IV) dejar de lado la R3 y continuar hacia un muro vertical un poco desplomado (6b) hasta la R4.
L3: El siguiente largo es el mejor de la vía, una travesía ascendente hacia la derecha con ambiente (V al principio, V+ los últimos metros)
L4: Desde aquí (R5 original) travesía a la izda muy estética y aérea (IV) y luego al recto un poco sinuoso hasta un nicho, con una última panzita de V+.
A partir de aquí empieza la impresionante chimenea que se recorre en cuatro largos en los que predomina el IV+.
L5: Un desplomito en la salida (V+) y el resto diedro chimenea de IV/IV+.
L6: Largo más discontinuo (IV/IV+) hasta la reunión en las "profundidades" de la chimenea.
L7: Flipante. Salir hacia el exterior en busca del paso estrecho obligado entre la pared y un bloque empotrado (mejor sin mochila) Continuar por la chimenea vertical y con canto hasta la R. (IV+)
L8: Continuar por la chimenea por terreno discontinuo (II/IV) hasta la sabina en la horquilla en la que acaba la vía.
Desde aquí alcanzamos la cima de la punta Mallafré en un último largo de V.
Rapelamos a la horquilla y desde allí se desciende destrepando por un senderito y en dos rápeles (20 y 30 m) que nos depositan en el camino del circo de verano.
Me encantó la vía, las clásicas rara vez defraudan y este no fue el caso. Han añadido unos cuantos parabolts en la vía, pese a ello me resultó una vía con caracter de las que te dejan un sabor de boca que perdura en el tiempo.







Comentarios
Publicar un comentario